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Barranquilla. Ambas novenas necesitan un triunfo para ir a la final.

Caimanes venció 6-5 a Gigantes en el estadio Édgar Rentería y empató 1-1 la semifinal de la Liga de Béisbol de Colombia. El lunes, desde las 4 de la tarde, será el tercer duelo de las novenas barranquilleras.

Además, este triunfo obligará sí o sí a un cuarto juego programado para este martes, también en la capital del Atlántico. La serie se la llevará el equipo que primero consiga 3 triunfos.

La victoria se la agenció el cerrador local Víctor Capellán. De otro lado, la derrota fue para el taponero naranja Ramón Ulacio.

Nuevamente los Gigantes pegaron primero, para desconcertar a los Caimanes, que por segunda noche seguida se vieron montados en la pizarra luego de un toque de bola de Sneider Batista, quien provocó un mal tiro a primera base del lanzador Yorfrank López, lo que le permitió anotar a Leudys Báez el 1-0.

Desde ese momento, Alexis Paredes se mostró sólido en la apertura colgando tres ceros consecutivos para la novena gigantina, hasta la cuarta entrada donde un pestañeo le costó tres anotaciones. Primero fue un imparable de Ramón Marcelino para traer dos y acto seguido Carlos Triunfel produjo una más para el 3-1.

Caimanes no paró allí, sino que en la sexta entrada lograron producir dos más gracias a imparables consecutivos de Harold Ramírez y Audy Ciriaco para ampliar la diferencia a 5-1 y parecer tener una diferencia lo suficientemente cómoda para manejar el partido.

Sin embargo, la respuesta de los naranjas fue agresiva para aprovecharse de una grieta en el trabajo del bullpen de los saurios. Un racimo de cuatro carreras fueron fabricadas por los visitantes para emparejar las cuentas, luego de sacar provecho de dos anotaciones en caballito, facilitadas por los relevistas.

El juego se vio suspendido por un vaciado en los bancos otra vez, al igual que en la noche anterior, pero esta vez por una discusión subida de todo entre el lanzador Ángel Vílchez y el bateador Erick Salcedo, quien celebró con mucho entusiasmo la segunda carrera en caballito lograda por una base por bolas sobre él.

Pero el batazo decisivo fue el del jardinero central de la vista Leudys Báez, que traería el empate en el partido al conectar un sencillo impulsador de dos carreras y dejar un juego nuevo, 5-5.

No fue sino hasta la décima entrada que Gerson Jiménez conectó un hit a lo profundo del bosque izquierdo que bañó a José Rosario para posibilitar el ingreso a la registradora de Marcelino y sentenciar el partido 6-5.

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