Barranquilla. Primeras palabras del ex jugador como técnico de Junior.
Por: Isaac Barrios Martínez.
Después de la salida de Julio Comesaña de la dirección técnica de Junior, su asistente Luis Amaranto Perea fue delegado como el nuevo orientador del plantel barranquillero, al menos por este semestre.
Y ante su primera gran oportunidad como técnico, tras haber dirigido un equipo menor como Leones, el ex jugador de la Selección Colombia, en diálogo con el diario El Heraldo, manifestó que se siente contento por esta posibilidad y que trabajará duro para conseguir los objetivos.
Salida de Comesaña: “A todos nos ha tomado por sorpresa la decisión de Julio (Comesaña), a propios y extraños nos ha sorprendido. Nosotros, que estábamos cerca de él, tampoco sabíamos que iba a dar ese paso, simplemente nos comunica que había hablado con el presidente y la junta, que no seguía más como entrenador de Junior y que había recomendado que nosotros continuáramos con este proyecto que él inició. A partir de ahí, todos estuvimos muy sorprendidos. Pero entendemos que es un momento muy importante, el club se juega muchísimas cosas. Me ha tocado asumir este reto y voy con toda la ilusión del mundo. Hay que darle continuidad a este trabajo y esperar que todo salga bien”.
Estilo de juego: “No se trata de Europa o Colombia, es encontrar la manera de que los futbolistas interpreten lo que queremos hacer. Está claro que a partir de hoy las decisiones son mías y que algunas cosas en el futuro, si tenemos la posibilidad de continuar, las vamos a ir modificando, pero aquí no se trata de fútbol europeo ni de fútbol colombiano, se trata de ir de a poco, orientando al grupo dentro de lo que a mí me gusta. Ya veremos. Muchas veces uno tiene algo en la cabeza, pero resulta que el grupo tiene otras características y hay que irse adaptando. Yo no creo que el entrenador tenga que imponer todo, los jugadores tampoco. Vamos a ver cómo encontramos ese equilibrio donde los futbolistas, que son los que terminan jugando, lo puedan hacer bien. Lógicamente bajo la orientación del entrenador que toma las decisiones”.
¿Se siente preparado para manejar un equipo como Junior?: “Tengo una pequeña ventaja y es que ellos saben cómo me muevo yo. El respeto hacia ellos en todo este año que llevamos trabajando ha sido muy claro. Iré hablando con ellos. Al final, los egos los tenemos todos, de alguna manera, cuando hemos sido futbolistas. Hay que hablar con ellos para ver qué es lo que piensan, qué es lo que sienten, que entiendan que ellos son importantes, pero que también hay una persona que tiene que trazar un plan y que ese plan, independiente de la importancia que ellos tienen, se debe cumplir. A mí realmente no me preocupa, yo prefiero estar con jugadores grandes, con la experiencia que tienen ellos, e intentar convencerlos, por lo cual este reto de Junior me parece ilusionante. Ojalá los resultados nos ayuden a ganar tiempo y de a poco vayamos mejorando las cosas que ya hemos identificado junto con Julio”.
¿Cómo es su relación con Teófilo Gutiérrez?: “Respetuosa, normal. He estado con Teo en Selección, en Cruz Azul (México).Me respeta, yo lo respeto. En mi rol de ayudante de Julio creo que la relación se mantiene. Teo entiende que ahora tengo un rol diferente en el que tendré que tomar decisiones y él también sabe que estoy para eso. Ojalá podamos tener una buena convivencia y que no solamente Teo siga creciendo como futbolista, sino que también ayude para que Junior siga mejorando y ganando”.
¿Tendrá en cuenta a Michael Rangel?: “Michael es un jugador del club. En la última semana, me atrevo a decir, Julio ya lo estaba considerando. Para mí, lógicamente, un jugador de las características de Rangel no lo podemos desaprovechar, en algún momento va a entrar. Ahora lo más importante es que siga poniendo bien físicamente, pero está claro que vamos a tener demasiados partidos y Rangel es importante”.
¿Qué mensaje le da al hincha de Junior?: “Que confíen. Yo lo único que puedo es prometer mucho trabajo. Sé que tengo un cargo, un grupo y un club muy grandes, pero también creo que es una bonita oportunidad, a muchos entrenadores jóvenes se les abre una puerta de esperanza. Si nos va bien a nosotros, podemos producir confianza en los directivos para las nuevas generaciones de técnicos. Mi mensaje es que confíen, que el trabajo va a salir bien y vamos a hacer hasta lo imposible para que se saquen los resultados”.