Barranquilla. El delantero también habló de los elogios de Comesaña.
Con un pícara sonrisa y la tranquilidad que suele mostrar en la cancha, Teófilo Gutiérrez respondió cuando le preguntaron por qué es el futbolista más odiado en Colombia, país donde los junioristas lo aman, pero hinchas de otros clubes lo detestan, algunos a pesar que le reconocen su calidad como jugador.
"Porque soy morenito, soy de La Chinita y que juego bien al fútbol. Que soy feliz y que siempre le he dado lo mejor a mi país. He hecho una dupla grande con grandes jugadores que me ha tocado jugar en todos los clubes y siempre de titular, alguno les puede gustar, a otros no, pero pienso que la hoja de vida no tengo que mostrársela a nadie. Así que cada día 'me echo el perfume europeo' y lo disfruto", dijo Teófilo.
Lo del perfume europeo lo dice en referencia a una anécdota que protagonizó en Argentina y que fue contada por el defensor Fausto Grillo, el jugador a quien le hizo el gracioso comentario.
"Lo iba a marcar y traté de que entrara en el roce, él de espaldas me dice: 'sentí papi, perfume europeo, cuando vayas a Europa lo vas a conocer'. Fue algo gracioso", recordó Grillo entre risas.
Teófilo también recordó con nostalgia su paso por la Tricolor. “Uno no se lleva nada en esta vida, le doy gracias a Dios por la vida que me ha dado y por ser feliz, porque me quieran por lo que soy. Y va a ser difícil que llegue otra Selección, como llegamos nosotros en el Mundial, por la unión que teníamos, por el carácter que teníamos cada uno y porque lo pusimos al servicio del equipo”. El barranquillero aún sueña con volver a vestir la camiseta colombiana.
“Van a pasar muchos años, esperemos que esta selección pueda darle esa alegría que necesita el pueblo colombiano y que algún día pueda despedirme de la selección en mi casa, con la amarilla y así terminar mi carrera en la selección para que todos estén felices”.
Sobre los elogios de su técnico Julio Comesaña, quien dijo que era el mejor delantero colombiano de los últimos años, Gutiérrez expresó que “la verdad me quito el sombrero con todos los delanteros que hay, que han pasado. Yo pienso en mí cada día, poder disfrutar, ser feliz, soy feliz con lo que hago. Disfruto dentro y fuera de la cancha, estos últimos años que me quedan en el fútbol y siempre trato de mejorar en todo sentido; como persona, como papá, como hijo y como buen compañero”.