Fútbol. El entrenador habló con la prensa gaucha.
El técnico Francisco Maturana, quien llevó a la Selección Colombia a los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994, manifestó que en Argentina se siente más respetado que en su propio país, donde es cuestionado por sus últimos fracasos y algunas declaraciones, sin importar que es uno de los entrenadores más importantes de la historia colombiana.
La respuesta la dio luego que en una entrevista con el diario La Nación le preguntaran: ¿le fue hostil el ambiente argentino?
“No, para nada, yo amo al ambiente argentino. En la Argentina me siento más cómodo, reconocido y respetado que en Colombia. Llego a la Argentina y los muchachos de migraciones me brincan. Voy a Santa Fe y la gente me recuerda bien, los carros (automóviles) paran para saludarme; todavía me escribe gente de Santa Fe. No solo es ganar, sino la forma como quisimos ganar. Priorizamos el sentido de pertenencia y la identidad de la gente de Santa Fe. En Gimnasia, si hubiese fracasado, no seguiría en contacto con el ‘Topo’ Sanguinetti o el dirigente Horacio Darrás. Si voy a La Plata puedo mirar a todos con la frente en alto y nadie me va a señalar. Es abrazo por acá, abrazo por allá. Solo tengo palabras de gratitud. Me hicieron sentir fuerte y siento que quedé en deuda por todo lo que me dieron. Mi paso por el fútbol argentino lo veo como algo que me fortaleció a muerte”, contestó.
Maturana, quien es el único entrenador que ha ganado una Copa América con Colombia, también habló sobre el paso del gaucho José Pékerman por Tricolor, a la que también clasificó a dos Copa del Mundo.
“A José le tengo un profundo respeto y admiración desde que fue futbolista en Colombia. Me orientó en algún momento a tomar decisiones. Como colombiano disfruté de su entrega y dedicación en la selección. Puso orden, inclusive con la prensa. Acá hay programas futbolísticos de radio desde las 6 de la mañana, y si uno no los atiende, te voltean. José impuso las ruedas de prensa, trató a todos por igual. Profesionalizó la comunicación, blindó al entrenador. Abrió una puerta que ojalá nunca se cierre”, apuntó.