Fútbol. El futbolista debutó como profesional en República Dominicana.
Por Luis Guerra Salcedo (@lfguerra04)
Arrancó el segundo tiempo en el estadio Gran Parque Central y el técnico de Danubio, Esteban Conde, ante el 0-0 en el marcador contra Defensor Sporting, decidió darle paso en el campo a un zurdo calidoso que puede cambiar el devenir del partido.
En su espalda está el apellido Sarmiento y el número 29, mismo que utiliza por su ídolo Teófilo Gutiérrez. Aunque el partido no se movió en el marcador, este volante de 24 años terminó siendo clave.
Jannenson Alberto Sarmiento Escobar anotó el sexto penal de su equipo, que venció desde el punto blanco a Defensor y se metió en la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
Lo que no saben muchas personas es que Jannenson es hijo de Baranoa, municipio en el que vivió hasta los cuatro años, cuando su familia decidió mudarse a Barranquilla.
"Comencé a jugar a los siete años, en la Academia Rebolo. No recuerdo muy bien todos los detalles, pero me iba gustando cada vez más el fútbol. Pasé a Colombia Sport, jugué Liga del Atlántico, y también estuve en Curramba, Deportivo Galapa y Costa Azul", le contó Sarmiento a Nuestros Deportes.
Durante esos primeros pasos en su carrera su familia fue fundamental. El padre de Jannenson, que tiene el mismo nombre, lo guió con el ejemplo, ya que jugaba en un torneo en Solinilla y ahí, sin querer, el hoy futbolista fue aprendiendo los pormenores del deporte.
"Yo siempre estaba afuera con una pelota, corriendo, pegándole, entonces mi papá siempre me inculcó eso de estar en el deporte y eso me sirvió para estar donde estoy hoy", explicó.
Durante su aprendizaje futbolístico, Sarmiento no solo se desenvolvió en su posición natural, que es volante '10', sino que empezó a jugar de volante mixto e incluso de lateral izquierdo.
"En la Selección Atlántico jugué la primera fase del torneo de 2019 como lateral izquierdo y terminé jugando la segunda como volante", recordó el jugador, que terminó siendo campeón nacional en la categoría Sub-21.
Sin embargo, en todo este camino que atravesó Jannenson, llegar al profesionalismo fue el más complicado, pero su representante fue fundamental consiguiendo una oportunidad en un destino inesperado.
"Mi representante es Alejandro Comesaña (hijo de Julio). Estuvo pendiente de mí toda la pandemia y siempre me decía que estuviera tranquilo, que algo iba a salir. Un día llamó a la casa y me dijo que había una oportunidad en República Dominicana. Sinceramente tú dices que no es el primer lugar al que quieres ir, pero lo tomé para mi experiencia y fue un salto que me ayudó", puntualizó.
Durante 2021 estuvo en la paradisíaca República Dominicana, jugando para el Moca FC. Fue un paso que le sirvió para demostrar su potencial y que le permitió llegar al Danubio, de Uruguay.
"Nos presentamos acá, nos recibieron y tengo que ser sincero, a veces el futbolista extranjero no recibe el mejor trato, pero eso nunca fue una adversidad para seguir mis sueños. Hice lo mío, llegué, entrené y me logré quedar, comenzando en el Torneo de Reservas", rememoró el zurdo.
Sarmiento no ocultó que su primer año no fue fácil, porque el torneo uruguayo estaba avanzando y en las oportunidades que tuvo no pudo conseguir la regularidad que necesitaba.
Pero en enero de 2023 hizo la pretemporada con el equipo en Argentina y ahí sí mostró todo su juego, ganándose un puesto en el equipo de Conde, quien curiosamente pasó de ser su compañero a su entrenador en menos de un año.
"Por ser extranjero, muchas veces pasaba por mi casa y me llevaba a los entrenamientos. En el camino conversábamos y me preguntaba cómo la pasaba. Asumió la responsabilidad del equipo y él sabía de mi calidad. Me ha dado la oportunidad, la confianza y no he desaprovechado los minutos", indicó el futbolista, quien reconoció un enorme respeto para el estratega.
En Danubio el baranoero comparte con un ex Boca y Selección Uruguay, Ribair Rodríguez, además de los experimentados Sebastián Fernández y Diego Vera.
Este paso por tierras ‘charrúas’ le han ayudado a mejorar en campos de su juego, agregando esa dosis de sacrificio que en el sur del continente es obligación.
El futuro es prometedor para Jannenson, quien ya se acostumbró al mate para el frío y quien no ocultó su gusto por Junior.
"Siempre me ha gustado Junior, de chico iba a alentar al equipo. Iba al Frente Rojiblanco, pero después uno va tomando todo desde el profesionalismo", rescató Jannenson, quien catalogó usar el ‘29’ de Gutiérrez como una responsabilidad.
“Me gusta ‘Teo’, por su forma de juego y por lo que representa. Vi que el número estaba libre y lo elegí, quise asumir esa responsabilidad personal”, dijo.
Por último, dentro del camino del éxito que recorre Sarmiento, hay una realidad que lo acompaña: la familia le hace falta, sobre todo su mamá Yenny.
"No hay manera de esconder ese sentimiento de extrañar a tu madre, que a veces te recibe con una abrazo, pero bueno, es parte del sueño, es parte de la responsabilidad y ahora está lejos, pero espero que muy pronto pueda tenerla conmigo y volver a sentir ese ese cariño", remató el joven creativo.