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La primera gestora del Atlántico es nuestra invitada a Perfiles no deportivos.

Fácilmente podría quedarse en su casa y solo aparecer en los eventos oficiales donde el gobernador necesite la presencia de la primera dama. Pero ella prefiere ser una primera gestora de obras y beneficios para esa gente que escogió a su esposo nuevamente para que buscara poner al Atlántico líder.

Ella es Liliana María Borrero Donado, una elegante señora que en Barranquilla no tiene más familiares de sangre que los hijos que trajo al mundo con el gobernador Eduardo Verano, su gran amor. Pero, al igual que el mandatario, considera a los atlanticenses como su gran familia.

Y como tiene vocación para servir y ganas de ayudar a que su esposo alcance sus metas, ella se pone ‘manos a la obra’ liderando importantes proyectos, no solo desde una oficina sino visitando los municipios.

La primera gestora del departamento, invitada a nuestra sección Perfiles no deportivos, nos cuenta un poco de su vida y, sobre todo, de los proyectos que ha puesto en marcha y otros que tiene en mente para seguir poniéndose manos a la obra ofreciendo una gran feria de servicios.

¿Qué es lo que más recuerda de su primera etapa como primera dama?
“Uno de los proyectos que más me gustó fue el de ‘Casitas Pintadas’. Era un trabajo que se hacía junto con la comunidad, se tomaba una cuadra de un barrio y entre ellos y nosotros aprendimos a pintar las casas. Recuerdo que empezó en una sola cuadra y terminamos decorando jardines, parques y haciendo bordillos con materiales reciclables. Muy bonito eso”.

¿Quería que su esposo volviera a la Gobernación?
“La verdad es que casi me da un infarto cuando me dijo que quería aspirar nuevamente. Yo al principio no quería, pero después se fueron dando las cosas, le fue muy bien en las encuestas, él se motivó muchos más y me motivó a mí también”.

¿Qué es lo más duro de ser esposa de un político?
“Los ataques. A uno como familia le cuesta mucho, sufre bastante cuando le atacan a un familiar, muchas veces con calumnias. También que muchas veces se deben sacrificar momentos familiares por entregarse a la comunidad, pero uno tiene que entenderlo y apoyarlo”.

¿Qué diferencias hay de su primera etapa como primera dama y la que desarrolla ahora?
Es una diferencia grande. En el primer periodo hice muchas cosas también, pero más que todo trabajo investigativo. Mi esposo ha ocupado cargos públicos desde que yo me casé con él, pero era la primera vez que me tocaba a mí como su esposa tener un papel protagónico. Yo estaba estudiando arquitectura en ese momento y la academia también me ayudó a hacer esos trabajos investigativos para aprender mucho. Todo eso que aprendí en esos cuatro años me sirvió mucho. En la primera ocasión participé más de proyectos que estaban montados en la Gobernación, de los cuales a veces yo tenía dudas de cómo se hacían, pero tenía que someterme porque eran actividades ya diseñadas. Nunca me imaginé que iba a tener la segunda oportunidad, pero en el momento que me tocó, dije que los proyectos que iba a desarrollar los diseñaría yo. Me siento más cómoda así y considero que estoy haciendo una labor mucho más práctica y llegando más a la comunidad, pues tengo la experiencia anterior, más conocimiento y lo estoy poniendo en práctica

¿Qué es lo más satisfactorio de toda esta experiencia?
“Para mí como ser humano pienso que la satisfacción de ayudar a la gente es más personal. Uno tiene la opción, en esta posición que estoy yo, de ayudar o de no ayudar, pero a mí me parece que la de ayudar a la gente tiene una cantidad de beneficios a nivel personal, porque mucha gente se ve beneficiada con una ayuda. En un departamento como el Atlántico quizá uno no llega a toda la gente que lo necesita, pero por lo menos llega a muchos. Me gustaría ayudar a todo el mundo, pero desafortunadamente ni los recursos ni el tiempo me dan para eso. Pero lo más importante es tratar que los programas no tengan política de por medio, que realmente lleguen a comunidades vulnerables que lo necesitan. Que realmente sea un trabajo con honestidad y conciencia, que uno está trabajando y transformando esa comunidad”.

Ahora tiene una oficina de ‘Manos a la Obra’...
Sí. Para establecer mayor cercanía con la comunidad y poner a su disposición un portafolio de programas sociales más amplio. Desde la oficina estaremos coordinando todo lo relacionado con talleres de bisutería, jardinería, floristería, diseños y producción artesanal. Tener un espacio que nos acerque a la comunidad es fundamental para conocer, de primera mano, las necesidades y requerimientos de las personas, esto nos permitirá gestionar e impulsar nuevos proyectos productivos que generen desarrollo social y económico para toda la familia”.

¿De qué forma le gusta llegar a las personas?
“A mí me gusta impactar a la gente es ayudándola a salir adelante, más que regalarles cosas, ayudándoles a ser conscientes que tienen una debilidad o una fortaleza. La debilidad sobreponerla y la fortaleza aumentarla, para que esa persona salga adelante. Hay gente que tiene talento, pero está varada a veces en cosas mentales, hay que identificar a toda esta gente, porque hay personas que tienen un talento infinito, ya que acá en la Región Caribe somos personas que tenemos mucha creatividad, a ellos hay que darles un impulso. Nosotros, por ejemplo, ayudamos mucho a los artesanos y uno ve cómo se van transformado y cómo lo aprecian. Hay gente que transforma su vida a través de un proyecto. Todas esas cosas le dan a uno la fortaleza y gasolina para seguir adelante y continuar impactado más comunidades”.

¿Hay algo que la haya impactado mucho?
“Todos los días encuentro experiencias muy impactantes. Ver mujeres trabajando unidas y con entusiasmo. Personas que le piden ayuda a uno y ver que al llevarles esas ayudas las impacta favorablemente”.

¿Qué le falta por hacer?
Hay muchos proyectos en mente para llegar a muchas personas. Me faltan dos años y medio y todavía tengo la Escuela taller oficios por hacer, llegar a todos los municipios y repetir la experiencia del ‘Manos a la Obra’ en todos. Hasta ahora llevamos 12 municipios, pero necesitamos llegar a los 22 y ojalá pudiera repetir a los que hemos ido, porque el tiempo y los recursos no alcanzan. Uno va a los sectores que son más vulnerables. Lo mismo con la Feria de Servicios y todos los proyectos. Tenemos para octubre el ‘Salón regional artesanal’, eso es por primera vez, va a ser un evento Caribe y será una experiencia enriquecedora porque juntaremos a todos los artesanos aquí en Barranquilla para conocer el trabajo de cada uno. Todos los días estamos adelantando proyectos, tenemos uno con los adultos mayores, la recopilación de toda la memoria gastronómica que hay en nuestro departamento, estamos trabajando ese proyecto con el chef Alex Quessep, un masterchef de adultos mayor, ellos a veces son olvidados y uno tiene sacarlos de ese olvido, los entusiasma, los pone a producir otra vez. Eso es divino y terminará con un libro.

¿Qué más?
Un Laboratorio de diseño con artesanías de Colombia, un centro de innovación de artes y artesanías con la Gobernación, a través de la Secretaría de Desarrollo, eso está funcionando ya, estamos impactando todos los artesanos del Atlántico. Un curso de jardinería y otro de floristería, esto debido a que se ha presentado la oportunidad porque me llamaron y me dijeron que se necesitaba gente capacitada en estos oficios. También la bisutería, hay muchas mujeres que trabajan haciendo collares, eso se vende. Una madre cabeza de familia que trabaja desde su casa, cuida a sus hijos y mejora la calidad de vida de ella y su familia.

También le apuntan a llevar recreación a los municipios...
“Dentro de la Feria de Servicios nosotros tenemos el ‘Muévete compa’, haciendo, aeróbicos, bailes, para hacer consciente a la gente que el ejercicio tiene una doble función: hace bien a las personas, liberas endorfinas, aparte contribuye con la salud. A los niños le llevamos balones de fútbol, de baloncesto, kits de bates y manillas para béisbol, juegos. Miramos también la vocación de cada municipio. Por ejemplo, si vamos a Luruaco, allá juegan béisbol, pero si es Soledad, bola e’ trapo, en Puerto Colombia, es fútbol.

¿A usted cuál deporte le gusta?
“No soy de hacer deporte, pero todos los días voy al gimnasio. Practicar deporte no porque a mí no me gusta el sol. Me gusta verlos en la televisión. Me encanta el fútbol. Acompaño a Eduardo cada vez que juega la Selección Colombia. Cuando él se ve los partidos de béisbol también lo acompaño.

¿Lo acompaña a jugar tenis?
No, no lo acompaño porque él juega tenis a las 5 de la mañana. Muy temprano.

Más datos de la primera gestora
Liliana María Borrero Donado nació el 15 de mayo de 1961 en Barranquilla, es egresada del colegio Marymount. Estudió Administración de Empresas en la Universidad del Norte y Arquitectura en la Universidad Autónoma del Caribe. Se casó con Eduardo Verano en 1990 y tienen tres hijos.

Mis artesanas 🌟❤️👐🏼#LoEstamosHaciendo #AtlánticoLíder pic.twitter.com/zkkm9nYUSZ

— Liliana Borrero (@borreroliliana1) 29 de enero de 2017

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