Segunda edición de este torneo que busca una sana convivencia.
La cancha del parque San Pío, en el barrio El Bosque, se convirtió en el escenario del II Campeonato de Fútbol con Valores ‘Vuelve y Juega’. Allí cerca de 500 personas se dieron cita para celebrar la segunda etapa de la estrategia de atención integral a la conflictividad juvenil liderada por el Distrito, que complementa el proceso que se inició hace seis meses con partidos amistosos y acompañamiento psicosocial a los 1.200 jóvenes que participan en esta ocasión.
“Aquí el talento desborda y estoy seguro de que cada uno tiene un don que sacaremos adelante con nuestro equipo ganador, conformado por padrinos, mediadores, trabajadores sociales y psicólogos”, aseguró el jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Yesid Turbay Pereira, quien les hizo una invitación a los jóvenes beneficiarios del programa para “aprovechar esta experiencia y olvidar las barreras a través del deporte”.
Uno de los testigos de los procesos que se han llevado a cabo es Arnaldo Molina, del barrio El Bosque, quien desde 2012 se convirtió en un ‘Guardián de la Convivencia’. Hoy, con 26 años, es mediador y juega un papel fundamental en el desarrollo de las estrategias de prevención de violencia juvenil, y tomó la vocería para agradecerle a la administración por el programa “que cambia mentalidades y encuentra nuevos talentos”.
Así como Arnaldo, los ‘Guardianes’ le apuestan al sano esparcimiento, a la autorregulación, a creer, a aportar y a cambiar su relación con la comunidad y hoy, además deportistas, hay bailarines de break dance, barberos, recicladores, dibujantes, entre otros. “Pero todos tenemos algo en común: buscamos la paz y la convivencia de Barranquilla”, afirmó el joven.
Los padrinos
Otras de las figuras importantes que acompañan a los jóvenes son los padrinos del programa, los exjugadores del Junior de Barranquilla, ídolos que a través de su testimonio de vida les demuestran que sí es posible salir adelante a través del deporte. Ellos son Emerson ‘el Piojo’ Acuña, Roberto Peñaloza, Francisco Alvear, Ever Salas, Léiner Rolong y Carlos Pérez, quien actualmente se desempeña como coordinador de Deportes de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana.
Durante la celebración, ‘el Piojo’ Acuña aprovechó para dirigirse a los muchachos, y les dijo: “Yo también nací en este barrio y me hubiera gustado haber recibido estas oportunidades, así que aprovéchenlas y no dejen pasar el tiempo”.
El programa trabaja bajo un enfoque definido por la prevención y la interrupción de situaciones asociadas a la problemática de la indisciplina social. Es por esto que el objetivo de ‘Vuelve y Juega’ es generar acciones para la atención del riesgo psicosocial al que se encuentran expuestos los jóvenes en situaciones de conflictividad, a partir de procesos de acercamiento e identificación de las problemáticas.
Lo anterior se complementa con la intervención integral e implementación de estrategias de seguimiento y acompañamiento desde lo individual, grupal, familiar y comunitario, sustentado en un cambio de comportamiento en torno a la violencia juvenil.
En ese sentido se desarrollan actividades para el buen uso del tiempo libre, ofreciendo alternativas para la recreación y el deporte, las cuales buscan la integración efectiva de los jóvenes, estimulando una convivencia respetuosa con la conformación de equipos y su participación en campeonatos de fútbol.
En esta etapa se pretende atender a 1.200 beneficiarios, reunidos en 120 equipos, de cinco sectores priorizados de Barranquilla:
Localidad Metropolitana: Carrizal, 7 de Abril, Santa María, San Luis y Santo Domingo de Guzmán.
Localidad Suroccidente: El Bosque, Las Malvinas, Los Olivos, El Pueblo y Los Ángeles II.
Localidad Suroriente: La Luz, La Chinita, El Ferry, Rebolo.
Localidad Riomar: corregimiento La Playa.
Proyectos de vivienda: urbanización Las Gardenias y Villas de la Cordialidad.
Dinámica de juego
El fútbol con valores no sigue el esquema de un partido común. En esta modalidad no siempre gana el equipo que haga más goles, sino el que ponga en práctica las reglas que los mismos jugadores acuerdan antes del encuentro durante la etapa clave, que es la mediación.
Son cuatro los valores base que deben cumplir para disputar el compromiso: respeto, solidaridad, participación y honestidad, y cada uno de estos tiene dos puntos, mientras que los goles solo cuentan como uno.
Cuando terminan de jugarse los dos tiempos, que duran entre 15 y 20 minutos cada uno, pasan a la última fase, que es la de reflexión. Es aquí donde se evalúa el partido y se determina el ganador: aquel que, entre goles y valores puestos en práctica, sume más puntos.