Soledeño se coronó campeón en la final Nacional de los Supérate.
A comienzos de 2016, Kenet Martínez era poco o nada lo que conocía de la lucha. Un año después logra la medalla de oro en la Final Nacional de los Juegos Intercolegiados Supérate, gran sueño para los estudiantes-deportistas.
Martínez, como la mayoría de jóvenes nacidos en Soledad, jugaba fútbol hasta que la Liga de Lucha del Atlántico llegó al Colegio Santander con su programa escolar para enseñarles sobre este deporte a los alumnos que se interesaran, buscando captar talentos para pulirlos.
Y con Kenet se encontraron a uno diferente, pues hace parte de la categoría pesados, en la que acaba de abrazar la gloria en Palmira, Valle del Cauca, donde se colgó una presea dorada que, aunque la soñaba, no dejó de sorprenderlo por ser todavía un novato en la lucha.
“La verdad estoy sorprendido porque no llegaba como favorito a ganar oro, aunque sí me preparé con todo para vencer y soñaba con esa medalla. También me sorprende que alcancé este título cuando apenas prácticamente estoy iniciando mi carrera como luchador”, dice el estudiante de décimo grado.
El asombro es mayúsculo si se tiene en cuenta que Martínez no fue el campeón departamental en el Atlántico, al perder en la final de los 100 kilogramos frente a Estewil Urango, lo que lo dejaba sin cupo para competir en la Final de los Supérate.
Sin embargo, ante la ausencia del luchador que lo había vencido y debido a su persistencia, avance y superación, Kenet logró meterse en el grupo de viajeros. Aunque no iba en el lote de favoritos, fue el primero en subirse en lo más alto del podio por el Atlántico, superando, entre otros, al actual campeón nacional, el risaraldense Mateo Echeverri, como para aumentar la impresión por su gesta.
El torneo de lucha, en la modalidad libre, se desarrolló todos contra todos, el que hiciera más puntos sería el campeón. Por eso al soledeño le alcanzó con ganarle a Echeverri y a Diego López, de Meta, para no verse afectado por la derrota sufrida en la última pelea contra el bolivarense Camilo Haller, quien quedó por fuera del podio.
Kenet no se conforma y ahora espera dar el golpe otra vez el viernes en lucha grecorromana. Y ya tiene otro sueño para el próximo año. “Quiero volver a la final de los Supérate en 2018, porque ya estará en 11 en el colegio y podré aspirar a la beca de los 40 millones pesos para estudiar”.
Otra presea
Atlántico también sumó una medalla de plata en Palmira por intermedio de Alfredo De la Rosa, segundo en los 69 kilogramos por detrás de Sebastián Rivera, de Nariño. El integrante del programa Deportista Apoyado de Indeportes el viernes aspira a colgarse la dorada en su especialidad: la lucha grecorromana.