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Barranquilla. Conozca la historia del joven volante samario de Junior.

Por: Ronald Soto Toncel - Twitter: @ronaldsotoND

“Vamos, mijo, esfuérzate que te va a llegar la oportunidad de estar acá con nosotros. Juega bien en el Barranquilla y verás que la recompensa llega”. Cuando Rubén Darío Manjarrés Jiménez escuchó esas palabras y se dio cuenta que quien se las decía era Teófilo Gutiérrez, se terminó de convencer que iba por buen camino para cumplir con el objetivo personal que se había trazado en 2020.

El joven futbolista samario comenzó ese año proponiéndose destacarse mucho más en el Barranquilla FC para que los entrenadores de Junior lo vieran y decidieran subirlo para la temporada 2021.

Meses después del piropo en privado del ídolo de La Chinita, llegaría el reconocimiento en público. Manjarrés pensó que la foto que se tomó con Teófilo en el aeropuerto Ernesto Cortissoz el pasado 17 de octubre, además de guardarla como un tesoro en su archivo, solo sería vista por sus seguidores en Instagram. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando vio que el referente del ‘Tiburón’ también la compartió en su cuenta en la red social. Y acompañada con un mensaje que es imposible que pase desapercibido en el Juniorismo.

“El próximo crackntillo”, escribió ‘Teo’, alimentando la comparación del estilo de juego de Manjarrés con el de Víctor Cantillo, otro hijo del Magdalena que dejó una huella tan grande en Junior que muchos hinchas estarían dispuestos a ir a Brasil, si eso fuera suficiente, para traerlo de vuelta.

El joven de 20 años, quien es nuestro invitado a Esta es Mi Historia, no elude la comparación, acepta el parecido, pero aclara que quiere, cuando le toque partir, ser recordado por su propio estilo.

¿Cómo fue recorrido hasta llegar a Junior?
Comencé a jugar en Santa Marta desde los 6 años, en el barrio Pescaíto, con la escuela Gilberto Bolaño. Luego pasé a un club de categoría sub-11. En 2015 pasé a Depoinsa, del profesor ‘Caliche’ Vergara. En 2016 tuve la oportunidad de venirme a probar en las inferiores de Junior. El técnico de la categoría B era el profesor Arturo Reyes, quien fue el que me vio jugar y me llamó para hacer parte del Junior sub-17, en ese entonces el entrenador era Evert Salas. En 2018 hice parte del Barranquilla sub-20 y a mitad de semestre el profesor Roberto Peñaloza me subió a la B y logré jugar 6 partidos. En 2019 fue el año en el que mejor me fue, me consolidé en el equipo y logré jugar 26 partidos y anoté un gol. En el primer semestre clasificamos. En 2020 fueron 12 partidos y anoté otro gol. Ese fue mi recorrido hasta llegar hoy a Junior.

Viene de un barrio muy futbolero en Santa Marta...
Sí, es un barrio que ha dado muy buenos jugadores como Carlos ‘Pibe’ Valderrama, Didí Alex Valderrama, Aldo Leao Ramírez, muchos jugadores que ha dado Pescaíto.

¿Cómo está conformada su familia?
Tengo a mi mamá, mi papá, un hermanito de 13 años que también le gusta el fútbol. Es como yo que desde niño fue jugando al fútbol en La Castellana. Un tío fue el que tuvo la iniciativa de meterme a un equipo de fútbol y de ayudarme hasta 2017 que tuve la oportunidad de llegar a las divisiones menores de Junior.

¿Terminó el bachillerato?
Terminé en 2015 en el Instituto Distrital El Carmen, muy temprano, con 15 años.

¿Eso quiere decir que era buen estudiante?
Sí, era buen estudiante. En geografía me iba muy bien. En 2016 hice un curso de Refrigeración en el Sena.

¿Aprendió a reparar algo?
Ja ja. Poco, porque no logré terminarlo, solo la parte teórica. No pude hacer las prácticas porque cambié de ciudad y me metí de lleno en el fútbol. Eso fue un curso técnico que me llamó la atención. Aún estaba en Santa Marta y me metí, pero siempre me ha llamado más la atención el fútbol, es lo que siempre de niño he anhelado.

¿En cuál posición comenzó jugando?
En las categorías menores de Junior me desempeñaba de volante 10. A medida que fui subiendo de categoría cambié. Ya en el Barranquilla la formación no era como para un 10, me retrasaron un poco y jugué como volante mixto, de equilibrio, pero en varios partidos que el profe necesitaba un volante 10, entonces jugué de 10. En esas posiciones he rotado.

¿En cuál cree que se desempeña mejor?
Me siento mejor jugando de volante mixto. Me gusta mucho pisar el área, aunque a veces también me gusta sacar el balón desde atrás. Pero me gusta más pisar el área, estar en la jugada de gol, entonces pienso que me desempeño mejor como volante mixto, como un 8.

¿Cómo se dio la oportunidad de probarse en Junior?
Yo me vine a probar con un compañero de Santa Marta, en la sub-16 de Junior. Contactamos al profesor Arturo Reyes, que nos había visto jugar, y nos citó a Solinilla. Duramos una semana entrenando y mi compañero no quedó. Yo seguí entrenando. Recuerdo que yo pensaba que íbamos a entrenar con los de mi categoría, pero era la Primera B, que nos llevaban muños años de experiencia y recorrido. Pero logré demostrarle al profe que podía jugar. Me dijo que había quedado, que en enero de 2017 iba a ser parte del grupo sub-17. Me fui a presentar en enero. En ese momento el técnico de esa categoría era Evert Salas, que me hizo una prueba, también le gusté y desde entonces hice parte de las inferiores.

¿Recuerda su primer partido en la B?
Fue mediados de agosto de 2018. Recuerdo que entré faltando 15 minutos frente a Universidad de Popayán. Íbamos perdiendo 1-0 y logramos empatar al final. Mi segundo partido fue contra Llaneros, también entré desde el banco y me fue muy bien. Yo en ese momento era sub-20, pero me subían a jugar con la B. Recuerdo que teníamos un compromiso con la Sub-20 en Cúcuta, pero el profe me dijo que no viajaba porque ya me iban a pasar para la B. El siguiente partido era contra Orsomarso y ya en ese juego fui de titular, ganamos 3-0. Jugué dos partidos más en ese 2018, logré hacer las cosas de la mejor manera. Y en 2019 desde el inicio me consolidé en el equipo, fui una pieza fundamental, en el primer semestre clasificamos a cuadrangulares, fue mi mejor año.

¿Qué significado tiene haber sido capitán de campo tan joven?
Tuve la oportunidad de estar unos 5 partidos con la cinta de capitán. Significa mucho porque sabemos que había jóvenes que ya eran mayores que yo, con un proceso más amplio. No es fácil, pero logré consolidarme y ser un jugador vital. El profe vio un líder en el campo y también el rendimiento que tenía.

¿Cómo se define como futbolista?
Rubén Manjarrés es un volante mixto al que le gusta filtrar balones entre líneas, ser un armador de juego, le gusta el pase gol, hacer cambios de orientación, pisar el área, rematar al arco, un jugador con buena técnica. Me gusta mucho asociarme con los compañeros y siempre echarme el equipo al hombro.

¿Qué tal el pie izquierdo?
Lo manejo.

¿El gol que le marcó al Atlético en el Pascual Guerrero acredita que tiene buen juego aéreo o fue una casualidad?
Sí, cabeceo muy bien. Fue una jugada elaborada, varios toques, pisé el área y logré marcar de cabeza. Me gusta pisar el área, me gusta el gol, por eso digo que me gusta más la posición de volante mixto. Cuando los técnicos deciden jugar 4-4-2, con dos volantes centrales, yo soy el volante que se desprende más, que pisa más área y trata de jugar en el campo contrario.

¿Quién es su referente en su posición?

Desde niño siempre me gustó mucho el Barcelona, por eso tuve de referente a Andrés Iniesta. Lo miraba porque en mi posición sabía que me podía servir mucho, lo observaba bastante. Del fútbol colombiano, Víctor Cantillo. Me gusta mucho lo que hizo en Junior, que dejó una huella grande, es un ídolo en el equipo. No me queda más que seguir esos pasos, aprender de él y también consolidarme en el equipo dejando mi propio estilo de juego.

A propósito de Cantillo, ¿cómo tomó que Teófilo Gutiérrez dijera que usted es el próximo ‘Crackntillo’?
(Sonríe) Me llena de confianza saber que un jugador como ‘Teo’, que es un jugador excepcional y con mucha experiencia, se expresa así y me llene de confianza diciendo que yo soy el próximo ‘Crackntillo’. No lo tomo mal, por el contrario, me llena de confianza que digan que soy una promesa y puedo ser un jugador muy bueno ahora en Junior.

¿Teófilo se lo dije a usted directamente o también se enteró por su publicación en Instagram?
Ahora en Junior hemos hablado bastante, pero anteriormente cruzamos pocas palabras, porque con el Barranquilla entrenábamos aparte. Teníamos contacto con los jugadores de Junior era cuando hacíamos partidos amistosos en la pretemporada. ‘Teo’ y otros jugadores ya me venían viendo y hablando de mi estilo de jugar, los entrenadores también. Pero para mí fue una sorpresa cuando vi que la foto que nos tomamos en el aeropuerto la subió diciendo que yo era el próximo ‘Crackntillo’. Aunque sí había escuchado que decían: ‘este pelao juega bien y tiene un estilo parecido al de Cantillo’.

 
 
 
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¿Pero Teófilo sí le había dado consejos personalmente?
Sí, él me había dado algunos consejos en los que me decía: ‘vamos, mijo, esfuérzate que te va a llegar la oportunidad de estar acá con nosotros. Juega bien en el Barranquilla y verás que la recompensa llega’. Esos consejos me los dio cuando hacíamos los partidos de pretemporada o cuando me subían a entrenar a veces con Junior, que era cuando más o menos cruzaba palabras con ‘Teo’.

¿Ahora sueña con hacer paredes con él en partidos oficiales?
Sí, claro. Pero para eso tengo que prepararme al máximo día a día, rendir al máximo, para devolverle toda esa confianza que él me ha brindado con sus palabras. No queda más que trabajar duro para quedarme en el equipo y poder jugar al lado de ‘Teo’.

¿En qué cree que se parece a Cantillo?
He escuchado mucha gente que me ha visto jugar y dice que tengo unas características similares a las de Cantillo. Pero yo siempre he dicho que los jugadores tienen un estilo único. Mi intención nunca ha sido imitarlo, pero sí mucha gente me ha dicho que nos parecemos en la forma cómo controlo el balón, de poner los pases, de ubicarme en el campo, correr la cancha, cosas así.

¿Y en qué se diferencian?
De pronto sería que a mí me gusta más pisar el área, jugar un poco más de enganche. Cantillo se desempañaba más sacando el balón desde atrás, muy limpio, yo también puedo hacer eso, pero me gusta más ser un volante que reciba a la espalda de los mediocampistas de marca rivales, dar el pase gol y estar en la jugada de gol siempre.

¿Es cierto que usted se propuso sí o sí ser ascendido a Junior en 2021?
Este fue un sueño que yo desde niño tenía, de hacer parte del Junior. Tenía una meta que era consolidarme en la B, jugador dos o tres años con el Barranquilla. Ya luego que me consolidé y me volví un jugador fundamental, en 2020 me propuse seguir de esa misma manera para que me subieran a Junior en 2021. Y gracias a Dios lo logré, porque esa fue la meta que me puse al inicio del año pasado.

¿El elogio de Teófilo influyó para que lo subieran?
Yo pienso que lo de ‘Teo’ es un elogio, pero no creo que alcance solo con que él diga ‘este jugador es bueno y deben subirlo’. No creo que sea así. Los profes, que anteriormente estaba Julio Comesaña, ya venían viendo el proceso que llevaba en el Barranquilla. Pienso que se reúnen con los directivos para definir cuál jugador del Barranquilla puede servir en Junior.

¿En cuánto tiempo considera que se puede ganar la confianza para ser titular en el ‘Tiburón’?
Sería difícil decir el tiempo, pero trataré de que sea en el menor tiempo posible. Trabajaré duro para que cuando tenga la posibilidad de jugar ganarme la confianza del técnico, poder jugar muchos partidos, ganar títulos y así poder ya pensar una meta más grande para pasar a un equipo de Europa o Sudamérica. Pero ya diciéndote un tiempo, diría que como un año. Pero eso depende del rendimiento del jugador. Si uno en 6 meses demuestra sus cualidades, le va bien y se consolida.

¿En cuál club del exterior le gustaría jugar?
Siempre he tenido un sueño grande que es jugar en el Barcelona. Pero para eso tengo que jugar en Junior, de pronto pasar a otro club de Europa, y estar en la Selección Colombia, que también es otro sueño. No tuve la oportunidad de estar en las juveniles.

¿Cuál ha sido su día más feliz como futbolista?
Hasta ahora fue el día de lo que sucedió hace poco, que logré cumplir uno de mis sueños de niño, hacer parte de Junior, que fue el equipo que siempre anhelé, y logré ese propósito. Ya casi terminando el campeonato el profesor Roberto Peñaloza nos dijo que había la posibilidad que subieran uno o dos jugadores a Junior. Me imaginé que por el rendimiento que tuve podía tener la opción. Pero no estaba seguro.

¿Cómo fue el momento en el que le notificaron que pasaría a Junior?
Fue el 27 de diciembre del año pasado. Había llegado del entrenamiento y estaba en mi cuarto cuando me llamó la secretaria de Junior a decirme que, si no lo sabía, ya hacía parte del equipo profesional, que tenía que hacerme los exámenes médicos. Fue ella la que me avisó que hacía parte del Junior. Luego me contactaron los profesores y el presidente del Barranquilla, Ernesto Herrera, a confirmarme la noticia.

¿Cuál fue la primera persona a la que le contó?
Cuando me dieron la noticia lo primero que hice fue llamar a la casa a contarle a mi mamá y mi papá. Saltaron de la alegría. Ha sido el mejor fin de año y año nuevo que he tenido. Estamos muy contentos por este propósito que logré.

¿El Covid retrasó su vinculación a Junior?
Sí. El 21 me hice una prueba con el Barranquilla y salí positivo. A los 5 días me hice otra y ya di negativo, pero hay un protocolo que indica que así salga negativo tenía que hacer los 10 días de aislamiento, por eso fue que también se demoró la firma con el Junior. Me puso ansioso, porque no quería faltar ni un día de entrenamiento, quería estar desde el primer día con el grupo, fueron 3 días que no pude estar, pero ya desde el 2 de enero me vinculé.

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