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El barranquillero le dio el triunfo a su club en el clásico ante América.

Fuera del campo de juego, a Pablo David Sabbag Daccarett sus apellidos lo ubican en un estrato superior a los de la gran mayoría de los jóvenes con los que comparte el sueño de consagrarse en el fútbol. Sin embargo, en su corazón late una pasión futbolera que lo impulsó a salir de la zona de confort para meterse en una llena de obstáculos, lejos de los lujos que tenía al alcance en su natal Barranquilla al provenir de una prestante familia.

Su padre, Carlos David Sabbag Náder, es un reconocido médico ortopedista y su mamá, Dinelly Daccarett Daccarett, administradora de empresas. Además, su abuelo materno, Orlando Víctor Daccarett, fue presidente de Junior en 1982.

Fácilmente él ahora podría estar cursando una carrera en cualquier universidad del mundo, pero decidió que su sueño primario sería graduarse en los campos de fútbol corriendo detrás de esa cosa redonda que enamora a millones. Y este barranquillero de 19 años, que no tiene hambre de gloria para saciar el hambre física propia y de los suyos, sino para satisfacer sus sueños, ya superó su primer gran examen el pasado miércoles 24 de mayo al ser alineado como titular por primera vez con el Deportivo en un clásico contra América.

Mientras algunos no pudieron dormir por la estela de terror que dejaron a su paso esos vándalos disfrazados de hinchas que saltaron al terreno donde solo deberían estar los que saben jugar, Pablo no pudo conciliar el sueño porque cada vez que cerraba los ojos se veía a él mismo corriendo como un poseso a celebrar el tanto que le dio al Cali la victoria 1-0 en el duelo de la Copa Águila.

Nuestros Deportes les presenta a esta nueva ‘joya’ atlanticense que el Cali le roba al fútbol costeño para seguir los pasos de atacantes que ya vivieron su momento dulce con los ‘azucareros’, como Freddy Montero (Campo de La Cruz), Luis Fernando Muriel (Santo Tomás) y su amigo Rafael Santos Borré (Barranquilla).

¿Cómo vive este momento luego de anotar el gol del triunfo en el clásico?
Muy feliz, estoy muy emocionado porque siempre soñé con marcar en un clásico contra América. Es una felicidad impresionante sobre todo porque arranqué como titular y terminé anotando el gol del triunfo.

¿Logró dormir después de cumplir ese sueño?
La verdad te confieso que no dormí la noche posterior al partido. A mí siempre me cuesta conciliar el sueño luego de los juegos por el cansancio. Pero esta vez se sumó la alegría por el gol. Cada vez que cerraba los ojos veía las imágenes de la jugada y yo corriendo celebrando (risas).

Y fue una bonita jugada...
Sí. Recibo un pase fuera del área, se lo doy de taco a César Amaya, él elude a un rival, le marco la diagonal, me pone el pase filtrado y defino con la derecha...

¿Pensó que de pronto no entraba porque el remate no salió tan fuerte?
Siempre pensé que podía ser gol. Lo que me sorprendió fue que le pasara justo por entre las piernas a (Luis) ‘Neco’ Martínez.
 

Y ya es su tercer gol en la Copa...
Sí, gracias a Dios me ha ido bien. Primero fue ante el Atlético, después fui titular contra Orsomarso y también anoté. Ahora frente al América también empecé como inicialista y gracias a Dios pude darle el triunfo al equipo.

¿Cree que ese gol le abrirá campo para jugar en la Liga?
Dios quiera que sí, yo seguiré trabajando duro para tener la oportunidad. Para el juego ante Nacional en Medellín fui convocado, pero no jugué. Mi debut en Liga fue el año pasado ante Fortaleza, cuando al equipo lo dirigía el profesor (Fernando) ‘Pecoso’ Castro, pero solo fueron unos minuticos y ni toqué el balón.

El técnico Héctor Cárdenas lo conoce bien porque también lo dirigió en las divisiones menores...
Sí, él era el entrenador del equipo sub 17 cuando yo llegué al equipo en 2013. Con él en un año ganamos todos los torneos que disputamos. Me conoce mucho y sabe lo que le puede aportar.

A propósito de su llegada a Cali, ¿cómo fue dejar los lujos que tenía en Barranquilla para vivir como un chico más en una casa hogar sin tantas comodidades?
Fue difícil cambiar porque afortunadamente mis padres están bien económicamente y nunca me faltó nada. Además, apenas tenía 15 años y me iba a vivir solo, sin ellos. Pero yo tenía el sueño de ser futbolista profesional y por eso decidir partir a Cali pensando en buscar la gloria y no la plata.

¿Qué cosas le tocó hacer que nunca antes había hecho?
Coger bus. Durante los primeros dos años me movilicé en bus para llegar al entrenamiento, que me quedaba lejos de la Casa Hogar. También tener una disciplina más rígida, irme a la habitación a una determinada hora, normalmente antes de las 9:30 p.m. Compartir con otros compañeros cosas que en Barranquilla las tenía para mí solo. Y tener que comer ensalada, que a mí no me gustaba (risas).

¿Todavía se moviliza en bus?
No, ya afortunadamente ando en mi carro, me he ganado algunas cosas con mi propio sacrificio.

¿En algún momento pensó en tirar la toalla?
Tanto como tirar la toalla no creo, pero sí muchas veces me dieron ganas de regresarme a Barranquilla porque por momentos me sentía aburrido porque me faltaban mi familia y mis amigos.

¿Su familia qué decía?
Ellos siempre me apoyaron desde que me preguntaron si de verdad quería irme a Cali. Pero me dejaron claro que cuando sintiera que no quería estar más, me regresara. Pero yo tomé esto en serio y por eso decidí quedarme y me terminé adaptando.

¿Siempre tomó todo en serio?
La verdad es que no. Yo en Barranquilla pasé por varias escuelas de fútbol como la Barranquillera y Atlético Colombia, que fue en la que más o menos fui constante. Pero no tenía disciplina, iba un día y después demoraba para volver. Me gustaba mucho salir con mis amigos a mamar gallo. La ida a Cali al principio tampoco la tomé como algo muy serio, pero ya estando acá le empecé a poner toda la seriedad que requería y por eso ahora estoy comprometido al 100 por ciento en alcanzar mis sueños. Estoy de lleno en esto y por eso tengo mi entrenador personalizado para mejorar cada día en todo.

¿Si le tocara decidir otra vez, cambiaría nuevamente los lujos para irse a Cali?
Sí. Esta experiencia es algo que le agradezco mucho a Dios porque me permitió vivir de una manera que me sirvió para aprender a valorar muchas cosas. A entender que todo se consigue con sacrificio. Me formó como mejor persona y también me servirá mucho para mi carrera profesional.

¿Y la familia qué piensa ahora?
Me siguen apoyando y están más felices. Mi papá estuvo el día del partido contra América en el estadio Pascual Guerrero, así que la felicidad fue mayor porque él pudo verme anotando el gol.

¿Su papá y su hermano, que son médicos ortopedistas, no lo presionaron para que también estudiara medicina?
No, además a mí eso no me gusta, le tengo pavor a las agujas, cuando me iban a vacunar me fastidiaba mucho. Me gustan más los números y por eso estoy estudiando Administración de Empresas virtualmente en la CUC (universidad de Barranquilla). Ya estoy en cuarto semestre. En Cali hice un semestre en la Javeriana pero me tocó retirarme porque me quedaba muy pesado por los horarios.

¿Cuáles son sus sueños?
Por ahora consolidarme en el Cali, marcar muchos goles acá y ayudar al equipo a ganar títulos. Luego me gustaría jugar en el exterior, en Argentina me encantan Boca y River. Y en España llegar al Barcelona, Atlético de Madrid o Real Madrid. También jugar en la Selección Colombia.

¿Y el Junior de su natal Barranquilla?
Uno nunca puede cerrarle las puertas a nada. Es un equipo al que le tengo cariño, cuando niño iba al estadio, además mi abuelo fue presidente del club. Pero ahora quiero mucho al Deportivo Cali, es la institución que me ha dado todo y por eso mi mente está en triunfar acá.

¿Es un reto emular o superar lo hecho en Cali por Montero, Muriel y Santos Borré?
Sí, ojalá me vaya mejor que a ellos. Santos Borré es mi amigo, con ‘Rafa’ compartí mucho en Cali.

¿Ha tenido la oportunidad de ser convocado a selecciones juveniles?
Solo estuve en un microciclo con la sub-20, pero como no clasificó al Mundial ya no hubo más convocatorias.

¿Cuáles son los delanteros a los que admira?
Falcao García, Zlatan Ibrahimovic y Robin Van Persie. A ellos los miro para aprender.

¿Qué clase de atacante es usted?
Soy un ‘9’ de área, ahí me muevo muy bien, aunque también sé asociarme con mis compañeros; remato con ambas piernas y tengo muy buen juego aéreo.

Más del barranquillero
Pablo David Sabbag Daccarett nació el 11 de junio de 1997 en la capital del Atlántico, donde fue goleador de los equipos del Country Club. Llegó al Deportivo Cali en 2013 y representó a la selección del Valle del Cauca, con la que en 2015 marcó 19 tantos en 14 partidos en la categoría juvenil. Este atacante de 1.88 de estatura estuvo el año pasado a préstamo con el Orsomarso, con el marcó dos goles en 13 partidos en la B.
Tiene dos hermanos mayores, Orlando, un ortopedista que vive en Estados Unidos, y Debbie, que estudia comunicación social en la Universidad del Norte.

Por: Ronald Soto Toncel

Twitter: @ronaldsotoND